La importancia de contrastar fuentes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El pasado 9 de julio, el vespertino venezolano El Mundo, publicó una nota en la que informó la disminución de la producción petrolera venezolana. Aunque se refería de manera puntual al conflico generado por problemas laborales con los operadores de los taladros, el diario tomó como fuente al secretario general de la organización sindical Fedepetrol, Rafael Zambrano, quien afirmaba que “la disminución tiene además que ver con la migración a empresas mixtas que se produjo durante el año pasado con las transnacionales”.

Según Zambrano, “en Campo Boscán antes de la migración se producían 115.000 barriles diarios, pero que hoy escasamente llegan a 78 mil barriles, mientras que en el Campo Urdaneta Oeste se producían 50.000 barriles, hoy no superan 17.000. En Campo Concepción se estaban produciendo 21.000 barriles diarios, pero actualmente 7.000 barriles es lo que se está obteniendo.”

Al día siguiente, toda la prensa gubernamental, se apresuró a publicar el “desmentido” del presidente de PDVSA, Rafael Ramírez. Sus palabras fueron repetidas por muchos otros medios impresos y audiovisuales.

Ramírez afirmó que “la producción de petróleo es de 3 millones 70 mil barriles, por lo que «la información que, a mi juicio, irresponsablemente apareció en el diario El Mundo probablemente responda a una maniobra de desestabilización (…) pues parece ser que existen personas que aún responden a intereses extranjeros”. (Ver nota completa).

En consecuencia, ¿quién dice la cifra verdadera? Para saberlo, bastó corroborar las cifras con distintas fuentes. Veamos los detalles.

Zambrano se refirió específicamente a Campo La Concepción, en el estado Zulia. Hasta el mes de mayo de 2006 este campo fue operado bajo la figura de convenios operativos por Petrobras. Siendo la empresa petrolera brasileña una compañía apegada a estrictos principios de gobierno corporativo, su sitio en Internet hace pública toda la información operacional de Brasil y de sus actividades en otros países.

Si bien los datos publicados se refieren a la producción de Petrobras en Venezuela sin discriminar en cada una de las locaciones, se aprecia una notable disminución a partir de la migración de las operaciones de producción a manos de PDVSA entre abril y mayo de 2006.

De una promedio de producción (en barriles de petróleo equivalente) de 47.632 durante el año 2005, pasó a 14.491 en 2006. La más reciente cifra, correspondiente a junio de 2007, es de 15.764.

De lo anterior se infiere que la versión de Zambrano, al menos respecto al campo La Concepción, es probablemente verdadera.

Tratamos de corroborar la afirmación del ministro Ramírez, según la cual, la producción petrolera venezolana es de 3,7 millones de barriles.

La Agencia Internacional de Energía no registra la cifra que menciona el ministro presidente de PDVSA. Salvando el hecho de que solamente pudimos tener acceso a un gráfico, en él se aprecia una cifra cercana a los 2,4 millones de barriles en mayo.

Otra fuente confiable, la OPEP, reporta menos que eso: 2,37 millones de barriles en junio, 20 mil por debajo de los 2,39 millones reportados en mayo. Pero no se trata de algo puntual. Las cifras de producción venezolana que informa la OPEP para los años 2005, 2006 y 2007 (a la fecha) son de 2,63, 2,54 y 2,39 millones. No llegan a los 3 millones que dice Ramírez.

¿Quién miente? La primera respuesta podría ser que el Ministro Ramírez lo hace. Sin embargo, queda abierta la posibilidad de que PDVSA y el Ministerio de Energía y Petróleo de Venezuela realmente produzca alrededor de 3 millones de barriles y que la diferencia entre las cifras gubernamentales y las de organismos independientes internacionales, se deba a que esa porción de crudo se esté entregando a aliados como Cuba o Nicaragua, sin que se de cuenta a la OPEP y a otros organismos independientes. En ese caso también resultaría una irregularidad, y quién sabe si hasta un delito en el ejercicio de una función pública.

Este recorrido por las cifras petroleras venezolanas ilustra la importancia que en el periodismo tiene la corroboración y contraste de fuentes diversas. Esa siempre ha sido una máxima del ejercicio informativo. Sin embargo, en la Venezuela de hoy se hace un requisito imperativo, pues la información oficial es cada vez más esquiva y menos confiable.

Si no, recuerden cuando el entoces diputado y hoy ministro de Interiór y Justicia, Pedro Carreño, afirmó categóricamente en abril de 2001 que Vladimiro Montesinos estaba muerto. “Tengo pruebas de su muerte”, dijo.